El mundo de Glorantha ha ido evolucionando y creciendo con el tiempo. De unos relatos primerizos pasó a un wargame, luego salió Cults of Prax para RQ2 y de ahí más y más libros fueron ampliando el mundo. A lo largo de esta historia, Greg Stafford siguió creando cada vez más trasfondo para hacer ese mundo de fantasía más coherente y completo. Pero claro, a veces estos añadidos cambiaban aspectos que los fans de Glorantha daban por sentado. En esos casos, algunos fans se quejaban de que les hubieran cambiado la Glorantha que conocían. Por ejemplo, cuando a Stafford se le ocurrió que los orlanthi debían tener una versión femenina del dios Orlanth, algunos fans protestaron: «¿la diosa Vinga? ¿Qué necesidad hay de añadirla y cambiar la Glorantha que conocemos?». Estos fans llegaron a inventarse el término «Gregging» para referirse a estos cambios de la Glorantha que conocían hasta entonces. Y uno de los cambios más sonados fue cuando Stafford creó a Elmal, el dios orlanthi del sol. En esta entrada voy a contar la historia de Elmal y su relación con otro dios de la luz: Yelmalio.
Fuentes consultadas: King of Sartar (1993), The Birth of Elmal (1993), Yelmalio (2000), Greg Stafford; Use of the old name of Elmal (2023), Jeff Richard.
Yelmalio
Yelmalio es una deidad solar que estuvo ahí desde el principio de las publicaciones sobre Glorantha, ya que aparece en uno de los primeros suplementos de RuneQuest: Cults of Prax. Yelmalio es el dios de la Cúpula Solar, el Dios de la Frontera, Dios del Sol Frío y Preservador de la Luz. También se le llama el Hijo del Sol y el Pequeño Sol. En publicaciones posteriores se vio que en Dara Happa lo llaman Antirius y en Pent lo llaman Kargzant. Y que en la Primera Edad en el sur de Peloria se le llamó Daysenerus y en la Segunda Edad se le llamó Tharkantus, aunque Yelmalio siempre fue su nombre más público. Se le asocia con «el Heraldo de la Luz» el astro que recorre el firmamento por la noche siguiendo el mismo recorrido que hace el sol de día. Y también se le relaciona con la luz del ocaso, la luz del sol que es aún visible cuando el sol ya se ha ido. Es la parte del sol que nunca muere y su faceta más ascética.
En la era de los dioses, cuando Yelm, el sol, se desintegró o cayó muerto y desapareció bajo el horizonte, los volcanes se enfriaron y las hogueras de los hogares se volvieron meras ascuas, pero Yelmalio siguió en pie. Rodeado de creciente oscuridad, Yelmalio luchó sin cesar contra multitud de enemigos. En la Colina de Oro, un dios de las tormentas le robó las armas y un dios trol le robó el poder del fuego. Pero aún herido y perseguido por doquier, Yelmalio llevó la chispa de la vida por toda la Era de la Oscuridad. Helado y cojeando por los bosques deshojados, el brillo de Yelmalio portó el calor a los elfos y humanos que se aferraban a la luz. Ayudó a sus seguidores a sobrevivir durante la era de la Gran Oscuridad, luchando contra las criaturas de la oscuridad y del Caos.
Elmal
Greg Stafford creó a Elmal en 1993 en su libro King of Sartar para responder a la pregunta «¿a qué dios del sol rinden culto los orlanthis?». Hasta ese momento, los mitos orlanthis solo tenían al sol como enemigo: Yelm el Emperador. En los mitos, el joven y tormentoso Orlanth mata a Yelm, el tiránico emperador, para poner fin a la Edad Dorada, una era de supuesta paz y perfección, pero también de sofocante inmovilismo (puede que también lo hiciera para impresionar o rescatar a Ernalda). Sin embargo, aparte de ese refulgente dios tirano, es lógico que los orlanthis también fueran conscientes del sol de la vida que todo el mundo puede ver al salir afuera en un día despejado. El sol que ayuda a madurar los frutos y que aleja al frío. Sin él, los troles volverían a dominar la superficie. De esa idea nació Elmal, el dios del sol de los orlanthis. Por eso en los suplementos de Hero Wars y HeroQuest que Greg Stafford publicó a principios de los 2000, se describía a Elmal como parte del panteón orlanthi. También aparece en el videojuego King of Dragon Pass que salió en esa época.
Según los mitos orlanthis, Elmal es el sol amigo, leal guerrero de la casa de Orlanth y dios de los caballos y jinetes. Inicialmente, Elmal era de la tribu del sol y un día se enfrentó a Orlanth sobre un puente maltrecho. En el combate, ambos cayeron en las aguas turbulentas y Orlanth le salvó la vida. Agradecido, Elmal fue adoptado en la tribu de las tormentas y pasó a ser un leal noble guerrero de Orlanth. Elmal se casó con Redalda, una hija de Orlanth, y enseñó a los orlanthis a montar a caballo. Durante la Gran Oscuridad, Orlanth partió en la Búsqueda de los Portadores de la Luz, así que confió a Elmal la tarea de defender a la tribu de las tormentas en su ausencia. Elmal cumplió fielmente su palabra y protegió el reino de su señor pese a multitud de pruebas y dificultades hasta que Orlanth regresó triunfal de su viaje. Así pues, Elmal fue el dios que ayudó a los orlanthis a sobrevivir durante la Gran Oscuridad.
Yelm, Elmal y el redescubrimiento de Yelmalio
La Gran Oscuridad terminó cuando llegó el Alba. Las tinieblas desaparecieron y Yelm volvió a ocupar su lugar en el cielo. Sin embargo, la Era de los Dioses haba terminado y ahora una nueva fuerza llamada el Tiempo forzaba a todas las deidades a repetir eternamente las mismas hazañas y penurias que habían logrado o sufrido durante la Era de los Dioses. Y así, desde entonces Yelm asciende a los cielos durante el día, pero tras el mediodía desciende al inframundo y pasa la noche viajando de nuevo hasta el extremo este del mundo.
Mejor dicho: en Dara Happa, donde la religión predominante es el panteón de dioses solares, y donde tienen más conocimientos sobre estos dioses, reconocieron que el sol era Yelm que había regresado al fin de la muerte. Más al sur, sin embargo, en las tierras de los bárbaros orlanthis, Elmal era el dios del sol, el leal guerrero al servicio de Orlanth que había ayudado a su pueblo a sobrevivir a la Gran Oscuridad y que ahora sostenía la antorcha que iluminaba el mundo durante el día.
Ocurrió que, durante la Primera Edad, en el sur de Peloria se extendió el culto de Yelmalio. Aquel dios de la luz imperecedera que según los mitos de Dara Happa y Peloria había defendido a los elfos y humanos durante la Gran Oscuridad ahora era el dios que llevaba la luz de Yelm a los lugares lejanos y recónditos del mundo donde el culto de Yelm no tenía tanta fuerza como en Dara Happa. En la Segunda Edad, su culto llegó aún más lejos y llevó la luz de Yelm a las tierras sureñas de los bárbaros orlanthis y praxianos, y así se crearon la Cúpula Solar del Paso del Dragón o la Cúpula Solar de Prax, entre otras. Sin embargo, la Guerra Matadragones arrasó todos los humanos del Paso del Dragón y en esa región el conocimiento del culto se perdió durante siglos.
En las publicaciones oficiales sobre Glorantha de Greg Stafford y Jeff Richard situadas en la Tercera Edad del mundo (el «presente» del juego en HeroQuest y la mayoría de ediciones de RuneQuest), Elmal seguía siendo el dios del sol de los orlanthis, mientras que Yelmalio era el dios de la luz imperecedera. Pero si los iniciados de Yelmalio sabían que su dios es el hijo de Yelm, y Yelm es el sol, ¿quién era Elmal entonces? La historia es como sigue:
El contacto creciente entre los habitantes del sur de Peloria y los habitantes del norte del Paso del Dragón hizo que poco a poco se fueran extendiendo los mitos de Yelm entre los orlanthis. Esto empezó hacia el 1450 TS. Al principio, los iniciados de Elmal se extrañaron cuando los mercaderes extranjeros que venían del norte les contaron que el dios del sol se llamaba Yelm, pues para los orlanthis, Yelm era el emperador enemigo de Orlanth. Yelm no podía ser el sol, para ellos Elmal era el sol. Sin embargo, la magia de los sacerdotes de Yelm demostró ser superior a la magia solar de los sacerdotes de Elmal. Los iniciados de Elmal empezaron a ver que esa gente del norte tenía más poder mágico solar que ellos. ¿Cómo podía ser si Elmal era el dios del sol? No solo eso, sino que Yelm era el emperador mientras que Elmal era un mero guerrero al servicio de Orlanth. Pero, si el sol fuera realmente Yelm, eso situaría a los iniciados de Elmal cerca de ser enemigos religiosos de Orlanth (!).
Debido a esto, hacia el 1550, muchos iniciados de Elmal empezaron a confiar más en Yelm como líder de su panteón de dioses que en Orlanth. De hecho, algunos se convirtieron al culto de Yelm. Y eso era un problema, porque el mayor representante de Yelm era el Emperador Rojo, líder del Imperio lunar (!), así que los iniciados de Elmal y conversos a Yelm del Paso del Dragón empezaron a protestar contra la autoridad de los reyes sacerdote de Orlanth en su tierra. En 1561 uno de ellos llegó incluso a asesinar a traición a Jarosar, el príncipe de Sartar (!). Muchos iniciados de Elmal que cada vez reclamaban mayor poder político estaban a punto de sumir el reino en una guerra civil. ¿Tal vez fueron los lunares quienes sembraron la discordia para preparar el terreno para la invasión? Fuera como fuera, la casa real de Sartar no podía permitirse tener en contra a sus súbditos orlanthis adoradores de la luz, porque el Imperio lunar llevaba una inercia ganadora en esa época: el rey Phargentes de Tarsh estaba derrotando a Sartar y sus aliados. Había que hacer algo y rápido.
La solución llegó con un sacerdote de Elmal llamado Monrogh. Este convenció al príncipe de Sartar para que le financiara una expedición hasta la lejana tierra de Teshnos. Allí Monrogh descubrió secretos de los mitos solares. Además, en su viaje de ida y vuelta pasó por el Condado Solar de Prax (como se cuenta en este fabuloso libro) donde se había conservado el culto a Yelmalio desde la Segunda Edad, y habló con sus sacerdotes. Finalmente, armado con estos conocimientos, emprendió una búsqueda heroica exploratoria para encontrar la identidad real de su dios. Así, Monrogh descubrió que Elmal había sufrido la emboscada de Orlanth en la Colina de Oro y este le había robado las armas, y luego Zorak Zoran le había robado el poder del fuego. Después había vagado por la Gran Oscuridad y se había aliado con el Gran Rey Élfico y había defendido los bosques y los pueblos humanos contra troles y monstruos del Caos. Y luego había hecho las paces con Orlanth a regañadientes. En definitiva, descubrió que Elmal era parte de un dios mayor: Yelmalio (yELMALio). Descubrió el mito entero de su dios, y no solo la versión truncada que el pequeño culto de Elmal conocía hasta entonces. Monrogh extendió esta revelación entre los iniciados de Elmal de Sartar y, cuando estos vieron que los nuevos rituales funcionaban, se convirtieron en masa. Los iniciados de Elmal entendieron que su dios no solo había defendido a los orlanthis durante la Gran Oscuridad, sino a todo el mundo contra las fuerzas de la Oscuridad y el Caos. Así pues, Elmal era Yelmalio. Y aunque Yelmalio no es amigo de Orlanth, podía ser su aliado contra las fuerzas de la Oscuridad y del Caos. Además, Yelmalio respetaba a su padre (Yelm), pero era independiente de él, por lo que sus adoradores no tenían motivos religiosos para seguir las órdenes de los sacerdotes yélmicos del norte (incluido el Emperador Rojo). Esto se manifestó de varias formas.
En aquella época, la tribu Kitori de humanos medio troles estaba causando estragos en la tierra orlanthi de los volsaxi (justo al sur de Sartar), así que el príncipe Tarkalor de Sartar pidió ayuda a los nuevos iniciados de Yelmalio para luchar contra aquellos enemigos. La magia de luz de Yelmalio fue súper efectiva y lograron liberar a los volsaxi del yugo de los kitori, con lo que consiguieron un nuevo aliado para Sartar. En agradecimiento, en 1579 el rey Tarkalor ofreció a los yelmalitas los Campos del Ámbar al suroeste de Sartar como centro del nuevo culto de Yelmalio. La gran mayoría de los iniciados de Elmal que se habían convertido al culto de Yelmalio se trasladaron a vivir allí a la vez que se reconstruía el Templo de la Cúpula Solar de Sartar (el mismo lugar donde se había erigido una Cúpula Solar antes de la Guerra Matadragones que lo había borrado todo siglos atrás). El nuevo culto de Yelmalio también ayudó a Dorasar a fundar la ciudad de Nueva Pavis. Y en la batalla del Pico del Oso Pardo, los guerreros del culto de Yelmalio ayudaron a los orlanthis contra el Imperio lunar. Por tanto, gracias a la revelación de Monrogh se pasó de la amenaza de una guerra civil devastadora a la formación de una facción religiosa independiente pero aliada del reino de Sartar.
Aun así, no todos los iniciados de Elmal aceptaron la revelación de Monrogh. Por eso aún hay algunos que siguen refiriéndose a Yelmalio por el antiguo nombre de Elmal, como en la población de Puertarruna del clan Taraling. Pero en los templos de Yelmalio se da por sentado que Elmal es un nombre más de su dios, un subculto de Yelmalio que tiene magia para controlar a los caballos. Y la mayoría de orlanthis del Paso del Dragón y la Tierra Heortiana ahora reconocen que Yelm es el auténtico dios del sol.
Lo mismo pasa con algunos fans de Glorantha, a quienes les gustaba mucho Elmal (después de que apareciera de la nada de la mente de Greg Stafford) y ahora les da pena que se haya sustituido casi del todo por Yelmalio. Creo que esto es sobre todo por el videojuego King of Dragon Pass, donde Elmal y sus mitos molan mucho. Aun así, a mí me gusta la historia de Elmal y Yelmalio. Creo que el hecho de que los cultos se redescubran y se fusionen hace Glorantha más creíble que si todo siempre siguiera igual que siempre. Claro que, si no te gusta, puedes cambiarlo en tus partidas y no pasa nada. Y a ti, ¿qué te parece?