Sanada Yukimura y su leyenda
La historia de Japón está repleta de samuráis legendarios sobre los se han creado montones de novelas, películas, cómics y videojuegos. Los tres personajes clave de la era Sengoku, Oda Nobunaga, Toyotomi Hideyoshi y Tokugawa Ieyasu fueron samuráis muy decisivos, pero también por eso tienen tantas sombras que es imposible verlos de un modo exclusivamente positivo. Por ejemplo, en la entrada donde hablo de la serie que vi de Oda Nobunaga comenté cómo los guionistas se las ingeniaron para esquivar el capítulo más escabroso de ese samurái sin manchar al protagonista. En cambio, personajes mucho menos influyentes, como Honda Tadakatsu o Date Masamune, resultan mucho más amenos, tal vez porque existen menos datos sobre ellos. Sin embargo, y por lo que afirma gente que sabe mucho, cualquier japonés te dirá que el samurái favorito de Japón es sin lugar a dudas Sanada Yukimura.
Hay varios motivos. En primer lugar, durante la época Edo se escribió una novela que ensalzaba las hazañas de este samurái. Tuvo mucho éxito y se usó como fuente para posteriores versiones, que ayudaron a extender la leyenda y crear el mito. Fue este libro el que popularizó el nombre de Yukimura, que en realidad no era el nombre real de ese samurái. El autor le cambió el nombre para camuflarlo, ya que estaba narrando las aventuras de un guerrero que dos siglos atrás había causado graves problemas al tatarabuelo del actual shogun. En segundo lugar, la historia nos cuenta que, al margen de las leyendas, Sanada Nobushige (vamos a llamarlo por su nombre real) fue realmente un tipo muy valiente y leal. Había que tenerlos muy bien puestos para defender el castillo de Osaka frente al ejército de Tokugawa y mantenerse leal a la familia Toyotomi hasta el amargo final. Y ahí tenemos la tercera razón del éxito: Sanada Nobushige fue un héroe defensor de una causa perdida. Porque, mientras la gran mayoría de los daimios de Japón traicionaban el legado del gran unificador Toyotomi Hideyoshi y se aliaban con el poderoso Tokugawa, Sanada Nobushige hizo lo contrario: se mantuvo fiel y luchó hasta el final para defender al heredero de su señor. Estaba bastante claro que tenía las de perder, pero aun así lo dio todo, fue un grano en el culo de Tokugawa hasta el final y, según se dice, hasta estuvo a punto de ganar. En una época convulsa donde no existía para nada el ideal del samurái leal que predica el «bushido» de las películas, Sanada fue uno de los pocos que mantuvo esos principios y murió por ellos. Gracias a ello, se convirtió en una leyenda. Incluso algunos de sus contemporáneos lo llamaron «el mejor guerrero de Japón».
La serie Sanada maru
Hacer una serie sobre un personaje tan carismático como Sanada Nobushige es una apuesta segura. Aun así, conseguir que mantenga el interés a lo largo de 50 capítulos es algo muy distinto. El director y guionista principal de la serie fue Mitani Kōki. El primer episodio de Sanada maru se emitió el 10 de enero de 2016 y la serie finalizó el 18 de diciembre del mismo año, emitiendo todos los capítulos los domingos a las 8 de la tarde. Yo la vi por Internet con subtítulos en inglés.
Estructura
Los 50 capítulos de esta serie se dividen en tres partes muy diferenciadas. De hecho, cada una de las cuales compondría una serie de unos 16 capítulos en sí misma, por lo que ver Sanada maru de cabo a rabo es equivalente a ver dos o tres temporadas de una serie normal.
La primera parte comprende la juventud del protagonista. El personaje de Sanada Nobushige se presenta como un chico algo inocentón y despreocupado, ya que, al fin y al cabo, solo es el hermano menor del líder del clan Sanada y la responsabilidad de encabezar la familia recaerá en el futuro en su hermano mayor, Nobuyuki. Sin embargo, el hecho de representar a un chico de 16 años con un actor que tiene 30 y pico chirría un poco y además el guión lo hace parecer tonto del haba, así que al principio no te identificas mucho con él. Por otro lado, estos primeros capítulos nos presentan a su familia y a menudo tienen un cariz de humor. A veces hasta parece una sitcom familiar. Pero la serie irá adquiriendo un tono cada vez más serio conforme las desgracias asedian a la familia Sanada y el protagonista va madurando.
En esta parte, el verdadero héroe es el padre, Sanada Nobuyuki, un señor feudal poco importante del norte de Shinano, vasallo del gran daimio Takeda Shingen. La historia empieza cuando el clan Takeda es aniquilado por Oda Nobunaga y sus tierras invadidas. Entonces el clan de los Sanada se ve obligado a hacer malabares diplomáticas y tejemanejes arteros para hacerse valer entre los daimios que han vencido a su señor. Es genial ver cómo Nobuyuki despliega todas sus dotes de estrategia y política para lograr que su familia prospere pese a estar rodeado de enemigos mucho más poderosos. Para conseguirlo, no duda en ofrecer a su propia madre y a su hijo como rehenes. Primero jura vasallaje a Oda Nobunaga, luego se alía con el clan Hōjō y a la vez con Tokugawa, que son enemigos entre sí, y los traiciona a los dos en el momento adecuado.
También es gracias a sus estrategias que consigue rechazar el ataque del ejército Tokugawa contra la fortaleza de Ueda, ¡años después de que el propio Tokugawa hubiera financiado la construcción del castillo! Todo un crack, ese Masayuki. Aun así, cuando más tarde firma la paz con los Tokugawa, obligan a su hijo mayor a casarse con la hija de un vasallo de los Tokugawa. Su inteligencia le permite ver que poco a poco, los dos personajes entre los que tiene que apostar son Toyotomi o Tokugawa, ya que prevé que el enfrentamiento entre los dos será inevitable. Por eso, y para no apostar todo a una, envía a Nobushige a la corte de los Toyotomi, donde su segundo hijo consigue un puesto de honor. Al parecer, la amarga táctica de dividir la familia en dos bandos para que por lo menos una mitad sobreviviera al conflicto era algo común en la paranoica era de los Estados en Guerra.
Anuncio japonés del DVD de la serie donde se ven imágenes de los primeros capítulos.
La segunda parte trata del periodo en el que Sanada Nobushige vive en la corte de los Toyotomi, en la capital. Al principio su padre lo envía allí como rehén para garantizar a los Toyotomi su lealtad. Sin embargo, Hideyoshi le coge cariño al joven samurái y lo nombra miembro de su guardia montada. Esto permite ver de cerca a un personaje tan interesante como Toyotomi Hideyoshi en el cénit de su poder como máximo dirigente de Japón y las relaciones con toda su familia. Como me acababa de leer la novela Taiko de Eiji Yoshikawa (ver aquí), me encantó poder seguir este personaje desde otro punto de vista y ver cómo se manejaba el poder desde dentro. Además, la serie complementó la información que me había dado la novela, ya que esta termina mucho antes de que Hideyoshi se establezca como líder militar de Japón y en Sanada maru se ve precisamente toda esta fase hasta su muerte.
En esta parte se presentan los personajes más importantes de la corte, como Nei, la esposa de Hideyoshi, Hidetsugu, su sobrino y, sobre todo, la concubina, Yodogimi, también llamada Chacha. Este personaje femenino es una historia trágica de principio a fin. En Taiko puedes leer cómo Hideyoshi arrasó el castillo de su padre por orden de Nobunaga cuando ella era un niña (¡y Nobunaga era su tío!). Y en la serie ves cómo Hideyoshi la convierte en su concubina, lo que da un poco de repelús. Pero es lo que decía antes, por un lado Hideyoshi es un tipo generoso y entrañable debido a sus humildes orígenes, pero a la vez es cruel, lascivo y despiadado en muchos momentos. Es como un capo mafioso: un mal paso y tu cabeza rueda por el suelo. También es interesante en esta fase ver todas las intrigas de palacio y quién tiene influencia sobre quién. Masayuki aprovecha que su hijo forma parte de la corte para mover algunas fichas a su favor y así, tras su papel en el asedio contra el clan Hōjō, consigue finalmente ser nombrado daimio de la provincia de Shinano.
En la corte de Hideyoshi puedes conseguir grandes beneficios, pero hay que andarse con mucho cuidado.
La tercera parte es tal vez la más interesante, ya que Hideyoshi ha muerto y Tokugawa empieza a mover sus fichas para hacerse con el poder. Se le opone Ishida Mitsunari, el principal gestor del gobierno del clan Toyotomi y un vasallo fiel al pequeño heredero de su señor. Gracias a la presencia de Nobushige al lado de Mitsunari puedes ver cómo se suceden este enfrentamiento histórico de primera mano y todas las tensiones que se acumulan en el palacio de Fushimi hasta desembocar en la famosa batalla de Sekigahara. Justamente hace poco vi una película de 2017 que trata sobre este enfrentamiento (Sekigahara, de Masato Harada) y de la que tal vez hablaré en otra entrada. Como los Sanada no participaron en esta batalla, el conflicto armado queda entre bambalinas, pero sí se ve la batalla del segundo asedio de Ueda, donde Masayuki logró de nuevo rechazar al ejército de los Tokugawa, muy superior en número, esta vez dirigido por Hidetada Tokugawa, hijo de Ieyasu. La habilidad de Masayuki hizo que el ejército de Hidetada llegara cuatro días tarde a la batalla de Sekigahara. Sin embargo, pese a ello la derrota del bando de Toyotomi en Sekigahara hizo que la vida de la familia Sanada pendiera de un hilo.
Pero por supuesto, lo más destacado de esta parte son los diez capítulos finales, en los que se relata el asedio del castillo de Osaka, sucedido en invierno de 1614 y verano de 1615. Es aquí donde finalmente se relata la hazaña más importante de Sanada Nobushige, que incluye la construcción de una barbacana junto a las murallas que recibió el nombre de «Sanada maru» o «el baluarte Sanada» que da nombre a la serie. Resulta interesante ver las tensiones que surgen entre los rōnin que acuden a defender la fortaleza y los consejeros del joven Hideyori, heredero del clan Toyotomi, que no se fían de ellos. Aquí Nobushige destaca por sus aportaciones tácticas, heredadas de su padre, pero que al final chocan de pleno con las intrigas que se urden intramuros.
Mapa de las defensas del castillo de Osaka en la campaña de invierno, con el Sanada maru en la esquina inferior derecha.
Ni qué decir tiene, que toda esta serie es perfecta si quieres buscar inspiración e ideas para dirigir una campaña de rol de samuráis en el periodo Sengoku. Por ese motivo, a partir del capítulo 7 empecé a escribir un pequeños resúmenes de los capítulos y los he recopilado en un documento que puedes descargar gratis aquí (solo son 40 páginas de nada). Espero que pueda ser de utilidad a alguien, ya que aparte de lo que se puede encontrar por Internet no hay mucha información disponible en español sobre Sanada Nobushige. Aun así, ojo, no todo lo que cuenta esta serie es cierto, claro. Debido a la falta de información, los creadores tuvieron que rellenar muchos huecos e inventarse algunos personajes o eliminar otros. Por ejemplo, en esta web del ayuntamiento de Ueda se dice que Nobushige tuvo otro hijo aparte de Daisuke, que en la serie ni se menciona.
Los actores y sus personajes
Me sorprende que Sakai Masato ganara varios premios en Japón por su interpretación de Sanada Nobushige en Sanada Maru, porque en general me parece un actor muy soso. Por otro lado, Masao Kusakari, que en Japón tuvo su fama en los 80, ganó el premio a mejor actor de reparto interpretando al padre de Nobushige. Curiosamente, había interpretado en su juventud al propio Nobushige en el taiga drama Sanada Taiheiki. Su actuación me pareció algo mejor que la del protagonista, o tal vez solo sea que su personaje resulta más interesante.
Por otra parte, todos los grandes daimios que aparecen en la serie, como Tokugawa, Oda, Uesugi y Hōjō están interpretados por actores consagrados en Japón, aunque no son nada del otro mundo. Pero de todos, el actor que interpreta a Hideyoshi es quien se merecía un premio. Fumiyo Kohinata hace bien el papel de capo mafioso sonriente al que es mejor no contrariar y la evolución del personaje, que se vuelve más cruel y paranoico al envejecer, está bien representada.
Hideyoshi y Chacha, una pareja muy de su época.
Respecto a los personajes femeninos, las actrices tampoco me parecieron nada del otro jueves. Destaca sobre todo el papel de Yūko Takeuchi como Chacha, la concubina de Hideyoshi que le da el heredero que tanto espera. El guión nos la presenta como una persona traumatizada por la guerra y ansiosa de encontrar un refugio seguro, de ahí que se acerque a Nobushige y lo convierta en su «amigo» y confidente. Sin embargo, no me gusta que se refuerce tanto su faceta de víctima y que se carguen las culpas del desastre final sobre ella (y otras mujeres). Otro personaje femenino recurrente es el de Kiri, la amiga de infancia de Nobushige que encarna esa típica idea aborrecible de «la chica que se mantiene eternamente fiel a su amado aunque este no le haga ni caso». Sin embargo, dado su nulo peso en los hechos históricos, se nota que la han metido ahí con calzador solo para hacer de contrapeso femenino al héroe masculino de la historia y que así el público femenino tenga un personaje con el que «identificarse». Contrariamente a su papel en la serie, he leído por ahí que según algunos historiadores, en realidad fue una concubina de Nobushige (!).
Como en la serie aparecen un montón de personajes y a veces cuesta recordar quién es quién, en la página web de la serie (que ya no existe) pusieron unos esquemas de las relaciones entre los personajes. He recuperado uno de ellos y lo he retocado y traducido un poco por si a alguien le interesa, centrado en la familia Sanada y los personajes relacionados. Lo puedes descargar gratis aquí. Puede venir bien, por ejemplo, si quieres crear una familia de samuráis para una partida de rol, con todas las conexiones de PNJ.
Date Masamune, un daimio del norte que debe enfrentarse a Sanada Nobushige pese a admirar su valentía.
Escenas memorables
Aunque hay algunos capítulos aburridos, hay muchos momentos interesantes en la serie y, en general, tiene un buen ritmo. La mejor parte son los capítulos del 40 al 50, donde se relata el asedio al castillo de Osaka y el desenlace de la serie. Sin embargo, si empiezas a verla a partir de ahí tal vez no pilles algunos detalles de las relaciones entre algunos personajes (como Chacha y Genjiro).
De la primera parte, una escena memorable es toda la negociación del capítulo 10, cuando las fintas de Masayuki entre los daimios Tokugawa, Hōjō y Uesugi llegan a su momento de máxima tensión y los Sanada hacen malabarismos para salir bien parados. Si los jugadores de mi campaña de samuráis hubieran visto lo que hace este señor, habrían tenido más de una idea para solucionar algunos de sus problemas (!).
Masayuki tramando una estratagema con sus dos hijos que, sin saberlo, están destinados a terminar en bandos opuestos.
El episodio 35 también es para enmarcarlo. Ante la creciente tensión entre Tokugawa y Mitsunari, los Sanada optan por traicionar a Tokugawa, pero Nobuyuki, que está casado con la hija de Honda, se ve obligado a fingir que no sabía nada de los planes de su padre y su hermano.
Por otro lado, en capítulos anteriores Kiri ha conocido a la esposa de un daimio que se ha convertido al cristianismo. En este caso, resulta interesante ver cómo el personaje descubre esta extraña religión occidental recién llegada a Japón con extrañeza y curiosidad.
Pero volviendo al «Sanada maru», en el capítulo 45 me sorprendió muy positivamente cómo muestran la defensa que Nobushige hizo de su baluarte y la inteligencia que demostró. Además, se ve una imagen hecha por ordenador del aspecto que debió tener esta construcción defensiva. Y en el capítulo final, cuando Nobushige carga contra el campamento de Tokugawa, es sensacional.
Lo mejor:
- Es una fuente de inspiración e ideas para partidas de rol de samuráis.
- Aprendes historia de modo muy ameno.
- Las imágenes creadas por ordenador de los castillos de la época.
- Los mapas de los movimientos de las tropas en las escenas de batallas.
- Cuando la voz en off da detalles de acontecimientos futuros que los personajes no pueden prever.
Lo peor:
- La actuación mediocre de muchos actores.
- Al estar dirigida a un público amplio, se edulcoran algunos hechos históricos escabrosos.
- Se nota la falta de presupuesto en la representación de algunas batallas.
- Que solo la vean los aficionados a la historia de Japón.
Por si quieres empezar a ver el primer capítulo con subtítulos en inglés. Ojo con este tipo de páginas, porque las dos o tres primeras veces que le das al Play se te abren pestañas del navegador con publicidad que puede ser muy molesta. Nada más hacer clic en el Play, ¡cierra esas pestañas lo más rápido que puedas!
En definitiva, muy recomendable para todo aficionado a los culebrones históricos y, en especial, a los samuráis y la historia de Japón. Yo me lo pasé pipa viéndola. Si tú también la has visto, ¡ya me comentarás qué te ha parecido! Si te da pereza verla, espero que al menos los resúmenes y esquemas de personajes que he puesto en descarga puedan resultarte de interés.